domingo, 24 de octubre de 2010

El teatro como servicio público dede la docencia...


El teatro, desde que es visto como una ´´disciplina´´ ha podido optar por la categoría de ser ´´enseñable´´, o ´´transmitible´´; lo cual evidentemente lo dota de una posibilidad mucho más infinita que la de ser captado sólo al ser representado. Deberíamos estimar que la representación también enseña y crea un acto docente.
En este acto de ´´transmitir´´y dejando por sentado que el teatro también es literatura, el carácter de ´´teatro como servicio público´´ es indiscutible. El teatro siempre muestra y enseña. Al referirle una condición de Servicio Público, es eso, servir a quienes se acercan a él, a quienes lo ejercen y lo padecen.
Antiguamente, la ´´Cultura´´ era un bien inestimable. Los antiguos Griegos, tuvieron la suerte de anexar su acervo histórico a lo mitológico además de tener mucho más suerte al expresar todo esto a través del ´´theatron´´ o edificio para ver. La gente que iba a ver-theatest-conocían su historia y criticaban si estaba o no mal representaba. Este era un modo de enseñar, de mostrar al pueblo llano y analfabeta un pensamiento y un modo de hacer política, aprovechando unas horas en la vida de la gente; así que había que hacerlo debido al alto número de asistentes.
Los Romanos, para atraer a la plebe a sus fiestas sangrientas pero no por ello faltas de buen gusto y fastuosos escenarios mandaban a rociar agua de rosas sobre el público. Es decir, se hacía teatro y se perseguía un fin y también se atraía el mayor número de populacho.
En la actualidad, en el mundo en general el teatro tiene una tendencia a ser considerado un arte ciertamente minoritario, pero es comprensible debido al avance de los medios técnicos y expresivos como el cine y la televisión que colocan a los ´´theastes´´ o a los y las observadores-as en la comodidad de una sala o su casa. El teatro como servicio público es un ´´ideal´´ en países como el nuestro. Para nada puede ser visto como un bien cultural y menos como un servicio.
Las políticas culturales de países como Venezuela, no contemplan precisamente eso, una política. La realización del teatro por más que sea apoyada con aportes financieros limitados, es eso, un aporte, pero líneas, directrices que coloquen a las artes escénicas a la par de una necesidad educativa o deportiva, no existen.
Veamos por ejemplo, los tres únicos artículos dedicados a la ´´Cultura´´ en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Estos pertenecen al Capítulo VI y los sumaron a los educativos. Son los artículos 98,99, y 100. El primero, someramente nos habla de que la creación es libre, el segundo toca perpendicularmente el tema que nos interesa pues nos dice: ´´Los valores de la Cultura constituyen un bien irrenunciable del pueblo venezolano...´´, El último está dedicado a las Culturas Populares. Palabras, tinta que muy poco es aplicada.
La visión del Teatro como Servicio Público y como medio altamente eficaz a la hora de transmitir conocimientos no sólo teatrales debía ser el norte de instituciones como el Conac o el Instituto de las Artes Escénicas y Musicales. Recién ahora es que se están hablando de talleres de iniciación teatral y que ellos denominan de ´´sensibilización´´, pero que ciertamente podrían ser canalizados y eficazmente aplicados, por lo que entonces podríamos referirnos al Teatro como medio docente y como Servicio Público. Sin embargo, percibimos como un temor de quienes diseñan estos talleres, pues han elaborado una serie de ´´cuadernillos´´ que dicen al facilitador-a, qué es lo que debe hablar, aunque advierte que los y las docentes son libres de impartir los conocimientos como lo crean conveniente.
Ojalá que sea así y no un condicionamiento por desconfianza.
Ojalá, nuestro Estado, tuviese los ´´dominios´´ que tenía Europa o específicamente Francia-citando a Abirached-con sus compañías o gremios actorales de abolengo, pero ni siquiera eso, pues no se han podido mantener las llamadas Compañías Nacionales de Teatro y los TNJT, que debían haber funcionado como el sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas creadas por José Antonio Abreu, pero que fracasaron por diversas razones entre ellas el desorden con los dineros, los caprichos personales y los egos indomables. ¿Será que somos más orquestales que escénicos-as?.
Como bien lo dice Abirached, ´´el teatro se considera una diversión acaparada por la burguesía en su propio beneficio...´´ Pero nuestra burguesía ha sido lo menos teatral posible, y qué decir de nuestra burguesía política. No hay tradición burguesa que consuma teatro para echarle un poco de culpa, aunque Alba Lía Barrios, mencionaba en una de sus clases de Teatro Venezolano I, que la ´´Elite´´ venezolana siempre fue muy ilustrada. Seguramente, más dada a lo literario y a lo musical, seguido por el ballet y la ópera. Sin embargo no es suficiente que exista esa élite, es necesario por lo menos tener que ofrecerle y quienes hacemos teatro lo hacemos como eso, con intenciones pequeñas burguesas que crean sus propias cofradías para ser vistas, porque de otro modo, ni que eches agua de rosas se acerca la gente.
Todo lo anterior es fundamental a la hora de discernir o polemizar acerca del Teatro como Servicio Público y más aún viéndolo desde la docencia. Ciertamente nuestra historia apunta a la auto-complacencia: véanse nuestros orígenes aborígenes dados a la contemplación y al solaz en medio de una tierra que lo tiene todo y vive en eterna primavera, así qué caso ofrecer grandes pirámides a los dioses para que llueva o la tierra de frutos; no qué va, lo nuestro fue siempre el placer, el gusto; y aunque suene irónico, todo eso tiene su perfecta explicación en Epícuro, por ejemplo, es decir, que estetas hemos sido, pero lo que tenemos también es mucho de indolencia, de dejar hacer, dejar pasar. Ya sobre eso hablaba en su Ifigenia, Teresa de la Parra. Sin embargo, lo bueno que nos signa es nuestra disposición. Tal vez la palabra mágica sea ´´Disciplina´´. La ausencia de orden, de prioridades reales es lo que nos caracteriza. Un teatro Nacional, es eso, una caracterización de idiosincrasia sin que esto signifique que todo el mundo haga el mismo teatro, o martiricen la vida de los héroes y heroínas, si no afianzando esa mezcla, ese mestizaje, esa hibridización que somos. El maestro José Ignacio Cabrujas, hablaba de que éramos un País sin identidad y a lo mejor sea cierto, no tenemos una única identidad, pero es que somos muchas cosas. En esa medida, el Teatro, nuestro teatro puede enseñarnos cosas, y en esa misma medida, puede ir siendo un Servicio Público, pero sin olvidar que debe ser el Estado el principal patrocinante, pues nuestras salas, no pueden auto-sostenerse por decir algo, y muchas son las que están en descuido, por eso de la desidia o indolencia, como que si se mantiene bonito el Teatro Municipal o el Teresa Carreño, es una incongruencia pequeña burguesa. Sin una directa, sostenida y abundante designación porcentual en los dineros destinados al Presupuesto Nacional Anual, en Venezuela, será siempre pequeña o deficitaria una intención de Teatro como Servicio Público; pero n o imposible debido a la lucha sostenida de pequeños grupos e instituciones tanto públicas como privadas. La enseñanza teatral, es directamente proporcional a este sistema u orden de cosas, pues ni siquiera las escuelas de teatro, se conciben como Servicio Público, si no que en reglas generales se conducen como un grupo especial y signado por unas dotes casi místicas. Tal vez eso es lo que nos hace invisibles ante los gobiernos a la hora de hacernos sentir; pues tenemos muy bien maquillada y vestida la facha, y pinta de necesitados-as y hambrientos-as no nos porta, así que, a seguir su camino, compañeritos-as, de qué se quejan.

BIBLIOGRAFÍA:
1. Abirached, R. (2007) La Organización Teatral en el Estado Democrático
Revista Ade Teatro.
2. Varios Autores. (2000). Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
N° 5.453. Venezuela.

miércoles, 4 de agosto de 2010

VENEZUELA, un poema de Daniela Esquivel. la Directora de Teatro mexicana en su reciente visita en el mes del Julio al país.

Toda tú
Reverdeces
Mi estepa, se transforma en selva
Y en volumen bajo
Te susurro…
Venezuela
Lanza mi mirada los dardos para cazarte
Los valles curvilíneos, Aragua
Me bañas, me sacias, me colmas, me calmas
Y te regalo mis lágrimas goces como ofrenda
Porque eres de dioses
Subo y bajo por tus firmes llanuras
Me llamas y me das en creces
Y te grito…
Venezuela
Me aporongas la noche con tu manto blanco
Toda en nubes me duermes
El frío nuestro aliado para cantarnos los secretos
Me embalsamas en el calor del dulce sueño
Mientras tus chicharras arrullan la quimera,
Que se vislumbra ya la mar
Tú mi mar
En el mar y yo me dejo y te navego
Toda mía te poseo
Y te alabo…
Venezuela….
Venezuela……….
Venezuela………………
Como un credo.

martes, 1 de junio de 2010

Verde Olivo: La estación de Ángel


Por: Daniela Esquivel

Directora, escritora, profesora-México.



Ángel camina sin tapujos, no tiene porqué.
Para que cubrir lo que tiene que ser compartido. De negarlo será un egoísmo altanero.
En un íntimo acto de generosidad, se funden la palabra y el ejecutante para traer al mundo en un necesario parto teatral, la voz de Ángel.
De manera sutil y cortejándonos el hombre-manos aparece tras una ventana que se abre para invitarnos al sitio voyeur.
¿hay otro para acercarse al teatro?
Es el cotidiano de la vida, ¿y no lo reconocemos?
Ángel se desnuda frente a sus espectadores.
No se tapa el alma. Cuenta sus incendios y cómo los apaga, cuándo surgieron y para dónde calzó sus pies después de ellos.
Actor y personaje se fusionan maravillosamente y se revientan el uno al otro sin respetos hipócritas. En franca y descarnada acción el verbo fluye contando la historia del hombre hembra de la mujer macho de la fusión de géneros, que condensa magia. La magia de la dualidad.
No es hombre y no es mujer y es todo lo contrario.
Ángel varón nos muestra su fémina historia. Las pisadas en la arena de sus más recónditas playas.
Su madre, sus vínculos.
Sus anhelos…surge la danza.
Y además ama el teatro.
Seguimos recreándonos en el espiral del metateatro y la metavida.
Ángel Ofelia, Ángel Medea, Ángel Julieta…
Las niñas del teatro y ella, la niña para el teatro.
Sus dolores se bailaran al ritmo de una sambita…¿alguien quiere bailar? El que no baile se volverá de sal.
Las penas con pan son menos, a las penas se las lleva la danza….dancemos…
angelicalmente
dancemos…
que esta vida es de pendientes y cañones…
nada es tan terrible si se vive intensamente y se asume uno, se asume una… y Ángel, estacionado unos momentos…nos lo recuerda.

Excelente respiro para hacer antesala a que la reflexión de lo que somos nos lleve a la siguiente estación……….

jueves, 6 de mayo de 2010

TEATRO VENEZOLANO HOMENAJEADO EN MÉXICO!!!


Momentos de la Develación, elenco, Directora...





Laura Esquivel y Mariozzi Carmona Machado

La obra Mujermente Hablando, de la Dramaturga maracayera MARIOZZI CARMONA MACHADO, fue honrada en México D.F. el pasado 22 de abril, cuando en el Teatro La Capilla de Coyoacán, a las 8:00pm, la Compañía Luna y Señas Teatro que dirige Daniela Esquivel, joven y destacada directora mexicana, develó una placa conmemorativa. La develación estuvo a cargo de la conocida escritora Laura Esquivel, y de la maestra Norma Román Calvo, importante figura de la investigación y teatro de México.
Al acto acudieron importantes personas de la escena mexicana así como un público entusiasta que abarrotó la sala desde unas dos horas antes de darse la función de cierre.

Al día siguiente, día del idioma y del libro, el 23 de abril, se estrenó el unipersonal de Carmona, ´´Verde Olivo: la estación de Ángel´´, que fue interpretado por el actor Rafael Ángel Alfonzo, y contó con la producción de campo, logística y maquillaje de Daxcy Gualdrón. Ese mismo día la autora realizó una charla con alumnos de la cátedra de Literatura y Filosofía de la Universidad Autónoma de México. Ya el 24, el monólogo se presentó en la Universidad Benemérita de Puebla, precedido de una amena conversación con el equipo del Teatro de Cámara de Maracay con los alumnos y alumnas de la cátedra de Dirección dictada por Daniela Esquivel.

Cabe mencionar que es la primera vez que una dramaturga venezolana recibe semejante reconocimiento en el país Azteca. La autora además obtuvo el 4to. Premio de Dramaturgia en el Concurso Bárbara Simon, patrocinado por el BID, en New York el pasado mes de abril.

sábado, 10 de abril de 2010

Una mirada a Fuente Ovejuna...


La hidalguía presente en los primeros diálogos de ´´Fuente ovejuna´´, no da una semblanza del modo en que Lope de Vega, se hizo para hablar del hacer y ser españoles. Este es un siglo en que la impronta religiosa se instaura en el alma de las gentes de cuyas flaquezas hará Lope, un espejo fulminante. Es así como es un autor que utiliza el tema del amor y del honor y lo plasma en ese magnífico fresco que es la mencionada obra. En las primeras líneas de la Escena II, sentimos la arrogancia del Comendador Fernán Gómez, reforzada en palabra y en la presentación del dominio de los reyes y diversos cuerpos de poder que hace este mismo personaje. Lope, subraya su vasallaje y el que debe regir pues es España un pueblo de reyes y de cortes. La estructura de estas primeras escenas es desigual, y el inciso de largos monólogos introduce en el ritmo una distensión en el tiempo verbal y escénico que podría inclusive ser superior al que proponía Aristóteles en cuanto a duración y el efecto que podría producir(catarsis). Este ´´efecto´´ se encontrará a lo largo de toda la obra. Pero volviendo a la elongación de parlamentos, la belleza se encuentra en la estructuración de la palabra que es sencilla y al mismo tiempo afectada y sonora.: ´´...Y si importa, como paso, a ciudad Real mi intento, veréis que como violento rayo sus muros abrazo´´(Escena II, Maestre). Musicalidad que suaviza, y aminora pero que en modo alguno lima la intención cortante de las órdenes de Fernán Gómez.. Es un tiempo de enarbolar temor místico de la mano del mandato real y religioso. La Escena III, nos introduce en el ambiente vital de Laurencia, quien habla de sus temores por las fechorías cometidas por el Comendador. Nuevamente el verso es poderosamente hermoso. Sin que pretenda ir hablando de todas las escenas, menciono algunos con el interés de esbozar el diseño estructural y dramático empleado por Lope. El argumento se va presentando cinceladamente y condicionando lo que luego develará la trama. Cabe destacar que la fuerza de los personajes pareciera dibujada en la palabra. Este es un recurso habilidoso, que preludia lo que será el barroco y le otorga solidez a las destrezas dramatúrgicas conseguidas en el renacimiento. El verso ilustra y sostiene de tal manera el discurso que puede verse como un efecto de tramoya o de escenografía. Es decir que la palabra debió condicionar en gran manera las destrezas de los intérpretes. No en vano es la época de los grandes actores.
Un público no ilustrado para escuchar un texto que implicaba atención y fineza auditiva. He aquí el inmenso aporte de Lope. A medida que transcurre la jornada, se van imbricando personajes y situaciones. La pericia del autor cuando Laurencia, escucha que Frondoso le dice dama, y cómo esta ironiza con gracia y listura, toda adjetivación por nombre, es estupenda. Destaca también aquí, el juego lingüístico entre los enamorados. Esto es llamativo por cuanto no son gentes letradas, como bien lo dice Mengo: ´´...Yo no sé filosofar, leer, ¡ojalá supiera!´´. El tema del amor, se ido colando entre estos ires y venires de la palabra. Y de nuevo, otra sagaz estrategia dramatúrgica del bardo cuando coloca de un personaje, Barrildo lo siguiente: ´´...Armonía es puro amor, porque el amor es concierto´´. Esto es una flecha. Laurencia y Frondoso se han estado diciendo cosas indirectamente, pero es Barrildo quien le pone a la situación nombre. Es quizás esta la escena que tiene una atractiva laxitud, y que es al mismo tiempo pintoresca e ingenua. Laurencia, nos dice ante la pregunta de Mengo de qué es amor: ´´un deseo de hermosura´´. Sin embargo habría que decir que dolido por el periplo de jerga que le lanza a Frondoso , Laurencia, la cosa ya se irá tornando más seria y el enamorado quiere herir a la amada, deseándole que la castiguen los celos. Lope, cual enamorado eterno que fue, primero del amor mujeril y mundano al del éxtasis del claustro cristiano, sabe bien que quien quiere, las más de las veces es torpe y al ser ciego, no atina y amando, tropieza. Hay timidez en Frondoso. Laurencia, es más atrevida, lo que la hace conquistadora. Este sutil traslado de roles es si se quiere un toque que prefigura la nueva visión humana que marcará las épocas posteriores. A estos momentos líricos, introduce Lope, el rigor de la sangre y la cercenada de cabezas desobedientes que va dejando Fernán Gómez a su paso. Sólo sus servidores le alaban, nada más ellos justifican su proceder. Tenemos entonces el efecto aristotélico de la desmesura: a la ingenuidad y al amor, la espada y la muerte templan. Aunque Fuente Oviejunta ha sido catalogada como una comedia, lo anterior la enmarca en un efecto y una propuesta de tragedia, por los visos de lo terrible a suceder. Hay algo que llama la atención, entre muchos otros elementos, como lo es esa distensión, ese alongar del tiempo de representación pero que suponemos era sumamente atractivo para ese entonces, pues acá nos llega una ilusión de lentitud. Es una pieza para tomarse y darse el tiempo. Hay que mencionar además que hay una escritura de la lengua que permite pronunciaciones en desuso y colocar dos vocales fuertes juntas,: ...´´que recibáis os ruega y importuna un pequeño presente...´´. (Esteban. Escena VI) Como ciertamente Lope, necesitaba una impresión duradera en las mentes de aquellas gentes que asistían a sus representaciones, este uso lingüístico debió ser un tanto exigente a la hora de acometer la frase por los intérpretes. Detengámonos ahora en la poesía del autor. Aristóteles señala en su Poética que la poesía es un asunto ´´serio y filosófico y por lo tanto universal´´. Cada escena de Fuente Ovejuna, está coronada por diversos juegos de versificación. Hay escenas que llevan una exposición larga que puede ser una loa o presentación de los hechos y hay otras, como en el caso de la que enfrenta al Comendador con Laurencia y Pascuala, en la que este habla secamente y acomete la primera frase con desdén. Los versos los llevan ellas, sobre todo Laurencia. Atrae especialmente el hecho de que al leerlos-y al oírlos-la sensación de temor se adueña del ambiente. He aquí lo admirable de Lope. Las líneas dialogales van desde el más sencillo decir de pueblo hasta la arrogancia y sequedad del tirano. Nos imaginamos esa escena de las dos mujeres y el hombre deseoso, violento, lascivo. La letra del Comendador es abrasiva, y por oposición la de las muchachas está entre la inseguridad de una y la sabiduría innata de la otra. Cuando Lope introduce la voz de Ortuño, este hace que hace caso pero se le siente una especie de debilidad ante la determinación de las mujeres. Entonces estamos en el manejo aristotélico de los contrarios y de las diversas situaciones por las cuales debe pasar un personaje bien escrito, en este caso, varios personajes. Aunque el Comendador tiene una sola hechura, esto lejos de verse como un asunto monocorde, por el contrario, alimenta todo el fresco circundante. La escena XI, subraya ese contrario, ese opuesto logrado por la persuasión, diría Aristóteles. El Comendador se encuentra en un arroyo a Laurencia, mientras Frondoso, su enamorado, mira escondido y celoso. En este momento el fiero Fernán Gómez, habla con dulzura, lisonja, donaire. Claro, es un hablar tendencioso. Este hombre está armado siempre: cuando no empuña él las armas, ordena empuñarlas o usa la palabra como daga. (Comendador) ... ´´Pongo la ballesta en tierra.´´. Casi inmediatamente deshace el gesto al decir: ´´...y a la práctica de manos reduzco melindres´´. Estamos ya casi en la mitad de la obra. El conflicto aparece al ser Frondoso quien sale en defensa de Laurencia. No pasa nada. El comendador, pese al enfrentamiento con el muchacho, decide no vengarse. Con este transcurrir comienza el segundo acto. Escena I. Aquí las voces plantan una queja: les ponen ´´tasas´´ a sus siembras, se habla de carestía y de abundancia en diversas regiones. Si nos ponemos a mirar, a una escena de deseo carnal, prosigue una que habla de lo que produce la tierra. En las dos, se plantea una consecuencia: el fruto. De nuevo Lope, pareciera tamizar la vulgaridad de un malhechor, al realzar la labor de los comunes, pero entre la sencillez de lo que se capta está otra cosa simple pero aún más perniciosa: Fernán Gómez, ha puesto sus ojos en la belleza de Laurencia. Esto es ya del conocer de unos cuantos. Los hombres de labranza lo comentan, especie de coro agorero. Nuevamente estamos ante ese ´´temor´´ que se va colando de forma sinuosa, y que es otro elemento avizorado por Aristóteles. Tal vez no llegue a alcanzarse el otro que es el equilibrio: la compasión en el sentido estricto del término, aunque con el resultado final, esto podría tener que ver más con Laurencia, que con nadie en especial. En la escena VIII, se habla de la naturaleza vil de Fernán Gómez. Lope, ha comenzado a exponer al personaje y lo llevará a un límite casi épico, si no bien en dimensión sí en contenido. Mengo, finaliza aquí diciendo: ´´ ¿Hay hombre en naturaleza como Fernán Gómez?. La respuesta no se hace esperar en la voz de Pascuala: ´´No; que parece que le dio, de una tigre la aspereza´´. Elocuentísimo dibujo del personaje en cuestión. Lo terrible y lo temible. Lope, es diestro en el suspenso. No le basta con esgrimir un tema que produzca un hecho que fue sangriento, además de despreciable. El autor parece tener en alta estima todo el gentilicio, todo la fuerza, el donaire, tesón, y sobre todo la honestidad del pueblo español. En toda la obra lo que pesa es ese sentir de pueblo. Lo anterior contrasta con los temas propuestos por las tragedias y que Aristóteles señala como lo que tiene que ser, como lo que es perfecto. Al tratar al ser humano común, superpone a lo mítico, apolíneo y guerrero a acciones humanas simples, tocándolas de un modo que en su sencillez resultan complejas. Lo demuestra la disposición de las escenas, el suspenso sostenido, el misterio, lo que no se puede ocultar, lo descarnado de lo que se devela. La palabra revela lo que la escena no ha mostrado. He aquí de nuevo la destreza, y el encanto que aún hoy día sigue enamorando de la obra. No es versificar por versificar. La palabra en Fuente Ovejuna, es directa por más adornos que pueda tener. Al final de la Escena XVI, del Acto II, el poeta a través de Mengo, compara la hechura de los versos con la hechura de buñuelos. Esta comparación es tan simpática como ocurrente. Un verso bien trabado como dirían poetas de verso clásico. El poeta hace los versos que pueden salirle torcidos, derechos o zurdos, y que quizás al final sea él mismo quien los coma, como los buñuelos. La imagen anterior es la reacción a la maldición que echa Frondoso sobre los poetas. A esto Barrildo, le dice que deje las locuras y los nervios. Es fascinante como Lope maneja los caracteres. Los personajes, en este caso Mengo, viene de una paliza que le dejó la carne negra, pero tiene el coraje de decir un poema que nombra a los poetas y a los buñuelos. Ironía fina, coraje, templanza del ánimo. Para el autor lo que hay que poner en evidencia es la grandeza de las gentes humildes, de aquellos y aquellas de la tierra. En este pasar, ya el Comendador ha hecho y deshecho. Esta doblando, derramando la sangre y orgullo de Fuente Ovejuna. La Escena III, del Tercer Acto, es el sumun de las fechorías comandadas por Fernán Gómez. Es la violación de Laurencia, ya consumada. El largo monólogo cuenta sin detalles pero con precisión la vivencia de la que ha sido víctima. La pintura sobrecoge por cuanto sentimos su dolor e impotencia. No en vano ella recalca: ´´(...)porque dejas que me roben...´´, ´´(...)aún no era yo de Frondoso´´. La virtud, la virginidad asaltada, pisoteada. Las palabras de Laurencia, están llenas de odio, de deseos de venganza e insulta a todos los hombres de la junta haciendo ver que ella tendría más coraje. Aquí, el verso actúa comparativamente, pero además lo hace en contraposición. Los símiles, las adjetivaciones, enumeraciones y cortes de rima. Versos de ocho y nueve sílabas, que dan una candencia y un ritmo envolvente. Esta mujer quiere tomar ella misma las armas y ella con su decir es un arma. Acusa, se equipara y se separa del grupo. Algo verdaderamente digno de comentar siendo que una mujer de estos tiempos era muy sumisa y obediente, pero Lope, le otorga un instante de individualidad y decisión aunque esto le haya costado su intimidad, la honestidad, la pureza. Más adelante ella compara la entrega de los tigres que persiguen a quien daña a sus crías y que estos hombres bien que se llaman ovejas: ´´Ovejas sois, bien lo dice de Fuente ovejuna el nombre´´. De la cobardía los pasa a lo inanimado, a lo insensible, a lo que nada siente como las piedras. Es el monólogo más largo, más descarnado, cincelado, doloroso. También el más arquitecturado en forma y ritmo. Hay que hacerlo notar pues la feminidad herida habla con toda sapiencia, pero no hay que olvidar que el escritor es un hombre y sin embargo muestra una experiencia, casi una vivencia. Esta composición femenina es heroica, suave, sincera, galante, conquistadora, inteligente, decidida. Es hermosa no cabe duda. La versificación y el contenido de emociones ya se encuentran en estas instancias en su cenit. Las escenas subsiguientes, todas antes de la entrada del Rey Fernando, describen la confabulación y ejecución del tirano Fernán Gómez.
Cuando el Rey habla, el verso es elegante, limpio, preciso, en un octosílabo de cadencia galante, poesía en la poesía. La intervención de los demás personajes en las escenas siguientes sigue más o menos la misma inclinación. Parlamentos largos, aunque pertinentes, con gran fuerza expresiva. La escena en que Flores, herido, habla ante el Rey, de que han sido víctimas él y el Comendador, causa escozor por cuanto sabemos que este miente, pero la audacia de Lope, entre otros atributos es haberle colocado justamente este nombre y colocarle una versificación dispar. El clima que el poeta logra con este trabajo de métrica le concede a la escena y a la representación una imagen potente, aunque plasmada en un cuadro-las tablas-, es vívida, tiene perspectiva, fondo. Y como diría Aristóteles, tiene personajes que están en una continua acción-reacción. En su poética nos habla de que el argumento debe producir sus propias consecuencias, acciones. Así que quien esté conmovido por sus pasiones, debe conmover. Evidentemente estos son atributos de la obra de Lope de Vega. Sin embargo, la escena VIII, se permite en medio de una inminente amenaza legal, distenderse y hasta introducir un toque de humor.


El final, absolutamente Operático, en que el pueblo todo se atribuye la culpa de la muerte del Comendador, es dramáticamente una situación que todo escritor o escritora quisieran haber interpretado a través de la pluma como lo hizo Lope. Ya lo demás, es historia en la historia y en el teatro.


BIBLIOGRAFIA:
 DE VEGA, Lope. Fuente Ovejuna./ El caballero de Olmedo. Salvat Editores, S. A.
1982. pp.189
 ARISTÓTELES, Poética. Traducción: Ángel Capelletti. Pensamiento filosófico.
Monte Ávila Editores Latinoamericana. Caracas, 1990. pp.113
 RODRÍGUEZ, Elisa. El teatro/ Conceptos básicos de su historia. Espacio Gráfico C.A. Caracas, 1985. pp. 310



domingo, 28 de marzo de 2010

Preludio en Sol, 4to. Premio en el Concurso Bárbara Simon en Estados Unidos.


La Dramaturga y Directora del Teatro de Cámara de Maracay, MARIOZZI CARMONA MACHADO, fue galardonada con el 4to. Premio, en el Concurso Bárbara Simon, patrocinado por el BID, en Estados Unidos.

Entre las normas establecidas en la mencionada convocatoria, se pide a una treintena de estudiates de literatura y teatro de distintas Universidades norteamericanas leer las piezas, luego estos hacen una selección y las mismas son leídas, por un jurado que en esta oportunidad contempló unas 22 personas.


La obra distinguida fue ´´Preludio en Sol´´

El veredicto fué leído en México el pasado 21 de marzo. Así mismo en este país, la obra de la autora ´´Mujermente Hablando´´, será honrada con la develación de una placa por 4 años de funciones en el Teatro la Capilla de Coyoacán, el día 22 de abril. La placa será develada por la conocida autora Laura Esquivel. El montaje de la obra, está a cargo de la Compañía Luna y Señas Teatro, dirigida por Daniela Esquivel y con las actuaciones de Zohar Salgado y Graciela Cázares.
Para el día 23 de ese mes, la dramaturga ofrecerá una charla acerca del teatro venezolano, y las manifestaciones escéncias actuales. Este encuentro será en la Universidad Auntónoma de México, a las 6pm.
El día 24, será estrenado en este país el monólogo de Carmona, ´´Verde Olivo: la estación de Ángel´´, en la sala alternativa Angeles Marasco, también en Coyoacán. Este unipersonal cuenta con la interpretación del actor Rafael Ángel Alfonzo y la producción de campo, logística y maquillaje de la actriz y productora Daxcy Gualdrón.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Juventud y teatro, gira la imagen...


(Rafael Angel Alfonzo y Anabel Chacín en ´´Dialogos de calle´´,
Teatro de Cámara de Maracay, Dramaturgia y dirección Mariozzi Carmona Machado, año 1999-2000)



La juventud de hoy, no se parece a ninguna otra y sus gustos no se parecen a otros que hayan existido. Los jóvenes y las jóvenes de hoy, buscan un grado de ``excitación`` y por consiguiente tienen una propensión a que todo con lo que se relacionen les produzca placer.
Y es que ésta ``juventud`` disímil, con todos los medios a su disposición, con todas las posibilidades de exploración conductual y sexual; necesita y pide un teatro como quizás aún no hayamos captado. Aún estamos pensando en una ``alta calidad`` de lenguaje, imágenes, sonido, estructura dramática y buscar temas en la narrativa, lo cual es inclusive mucho más atractivo que muchas de las obras ``escritas`` para la gente entre 15 y 18 años; pero, siento que no es suficiente. Los jóvenes ya no son niños, ya no quieren seguir melodías que los acunen-mi fuente es mi sobrina de 21, pero lo fue toda la vida, y es una de mis críticas más férreas, y mi sobrino de 13, representante estudiantil-, quienes sin empachos nos avientan sus gustos.
La dramaturgia contemporánea con sus atisbos, aún no ``dice``, aún no trasluce lo que ``agita`` al público juvenil. Razón le concedo a Juan Liscano en su artículo ``Los ángeles exterminadores``, cuando hace un aparte para hablar de lo que los hace ``delirar``: ``…la verbalizaciòn está superada. Lo gestual y emocional es lo que importa, los gritos, los desmayos…``. Esto no es todo pero nos muestra mucho de lo que la generalidad juvenil pide. Las excepciones confirman la regla, y son justamente una muestra de sabbat o índigos, que si no son rockeros, componen música fusión y se inclinan por lo visual más que lo verbal. Entonces, razón tenía Martha Trava, cuando exponía que nuestra generación hablaba en ``comics``: o sea que había perdido la capacidad expresiva de la lengua y se limitaba a los expletivos, monosílabos, spaninglish, y el abandono de ciertos verbos. La contradicción, la negación, la inversión de todo lo considerado bello o bueno, tiene otro valor en la juventud actual. Por un lado, se admite con justicia la homosexualidad, las ligas inter-raciales, la participación política, el feminismo, la lucha ambiental, la naturalidad física; etc., pero por otro se pide una belleza exacerbada y construida, traducida en chicas cuyos cuerpos no tienen que ver con los cánones de Fidyas, y jóvenes denominados ``metro-sexuales``. Entonces, la escritura de una obra de teatro, aunque tenga una intención positiva o pedagógica,-sin evangelizar-, no puede ignorar el mar humano de posibilidad temática que está allá afuera. A todas estas parece que el panorama no es muy alentador. A propósito de una entrevista en televisión que le hicieron a Josè Saramago, referida a su posición pesimista acerca del mundo, éste contestó:
-No es que soy pesimista, es que el mundo es pésimo.



Referencias Bibliográficas

• Liscano, J. (1985). Reflexiones para jóvenes capaces de leer.
Caracas: Publicaciones Deliven.

• Trava, M. (1991). Notas de Estètica.
Caracas: Material fotocopiada UCV.

• Mannarino, C. (2008) Apuntes de clases.
Caracas: Iudet, marzo. Profeser.