miércoles, 3 de febrero de 2010

Juventud y teatro, gira la imagen...


(Rafael Angel Alfonzo y Anabel Chacín en ´´Dialogos de calle´´,
Teatro de Cámara de Maracay, Dramaturgia y dirección Mariozzi Carmona Machado, año 1999-2000)



La juventud de hoy, no se parece a ninguna otra y sus gustos no se parecen a otros que hayan existido. Los jóvenes y las jóvenes de hoy, buscan un grado de ``excitación`` y por consiguiente tienen una propensión a que todo con lo que se relacionen les produzca placer.
Y es que ésta ``juventud`` disímil, con todos los medios a su disposición, con todas las posibilidades de exploración conductual y sexual; necesita y pide un teatro como quizás aún no hayamos captado. Aún estamos pensando en una ``alta calidad`` de lenguaje, imágenes, sonido, estructura dramática y buscar temas en la narrativa, lo cual es inclusive mucho más atractivo que muchas de las obras ``escritas`` para la gente entre 15 y 18 años; pero, siento que no es suficiente. Los jóvenes ya no son niños, ya no quieren seguir melodías que los acunen-mi fuente es mi sobrina de 21, pero lo fue toda la vida, y es una de mis críticas más férreas, y mi sobrino de 13, representante estudiantil-, quienes sin empachos nos avientan sus gustos.
La dramaturgia contemporánea con sus atisbos, aún no ``dice``, aún no trasluce lo que ``agita`` al público juvenil. Razón le concedo a Juan Liscano en su artículo ``Los ángeles exterminadores``, cuando hace un aparte para hablar de lo que los hace ``delirar``: ``…la verbalizaciòn está superada. Lo gestual y emocional es lo que importa, los gritos, los desmayos…``. Esto no es todo pero nos muestra mucho de lo que la generalidad juvenil pide. Las excepciones confirman la regla, y son justamente una muestra de sabbat o índigos, que si no son rockeros, componen música fusión y se inclinan por lo visual más que lo verbal. Entonces, razón tenía Martha Trava, cuando exponía que nuestra generación hablaba en ``comics``: o sea que había perdido la capacidad expresiva de la lengua y se limitaba a los expletivos, monosílabos, spaninglish, y el abandono de ciertos verbos. La contradicción, la negación, la inversión de todo lo considerado bello o bueno, tiene otro valor en la juventud actual. Por un lado, se admite con justicia la homosexualidad, las ligas inter-raciales, la participación política, el feminismo, la lucha ambiental, la naturalidad física; etc., pero por otro se pide una belleza exacerbada y construida, traducida en chicas cuyos cuerpos no tienen que ver con los cánones de Fidyas, y jóvenes denominados ``metro-sexuales``. Entonces, la escritura de una obra de teatro, aunque tenga una intención positiva o pedagógica,-sin evangelizar-, no puede ignorar el mar humano de posibilidad temática que está allá afuera. A todas estas parece que el panorama no es muy alentador. A propósito de una entrevista en televisión que le hicieron a Josè Saramago, referida a su posición pesimista acerca del mundo, éste contestó:
-No es que soy pesimista, es que el mundo es pésimo.



Referencias Bibliográficas

• Liscano, J. (1985). Reflexiones para jóvenes capaces de leer.
Caracas: Publicaciones Deliven.

• Trava, M. (1991). Notas de Estètica.
Caracas: Material fotocopiada UCV.

• Mannarino, C. (2008) Apuntes de clases.
Caracas: Iudet, marzo. Profeser.

1 comentario:

  1. Al revisar la conceptualización de adolescentes y jóvenes me permito creer y decir, que más que un problema de jóvenes es un problema de adultos que por comodidad hemos dejado en manos de nadie el sentido cultural,no hemos sido capaces de conservar lo poco que nos queda (culturalmente) y no lo hemos sabido transmitir, creo que debemos hacer un poco más para ganar la apetencia de nuestra juventud y ayudarles a encontrar un camino lleno de opciones que en este momento no tienen.

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