viernes, 4 de diciembre de 2009

Visión evolucionista de la humanidad, un acercamiento.

Ana Gabriela Melo-(Las penas saben nadar de Abelardo Estorino)
Teatro de Cámara de Maracay, 2006. Dir. Mariozzi Carmona Machado

Los seres humanos han modificado siempre su entorno. Su presencia ha sido tan determinante en el término de la creación del mundo, que en los actuales momentos justamente estamos viviendo-padeciendo-de dicha influencia.

La capacidad evolutiva de la humanidad no cesa, aunque ha sido bastante lenta. Es de hacer notar que ha sido sorprendente-adaptación al medio ambiente, capacidad de sobrevivencia, intención, etc.- y esto ha determinado una influencia sostenida en todo su desarrollo cultural.
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``La evolucionista que defiende que la cultura depende de los efectos de las cualidades psíquicas y mentales de los individuos. O lo contrario que la evolución depende de las condiciones materiales de vida’’ (Mujica, 2008).

Durante el acontecer de los siglos, desde la aparición del ser humano en la pre-historia todo ha apuntado a dificultar nuestros pasos. Desde el mismo hecho de no poseer vestimenta ni un nido seguro para resguardar la vida.
Ese espécimen que según la teoría darwineana evolucionó de los primates, se fue adaptando a su ambiente, y se fue procurando su resguardo del clima y su alimentación con lo que el entorno le proveía. Esa procura no es otra que una capacidad innata en el los humanos de adaptación. Por cierto que hasta el mismo Samuel Beckett en su obra ``Días Felices``, lo dice a través del personaje de Winnie, que està enterrada hasta la cintura en un banco de arena y que en la segunda de la pieza, lo estará hasta el cuello:
-``La capacidad del hombre de adaptarse a todo es admirable``.
Y esos hombres, mujeres, lo han demostrado a través del tiempo, desde aquellas mujeres que se dicen eran siete y que salieron de África y de la cual descendemos todas las razas. Ellas se adaptaron a los distintos ambientes terráqueos y de ellas heredamos esa capacidad.
Ahora, cuando se nos dice que si estamos proclives a las teorías que afirman que el ser humano evoluciona según sus ``cualidades psíquicas y mentales`` tenemos que afirmar que estamos totalmente de acuerdo, porque si no la especie humana se habría extinguido. Sin la capacidad de racionalizaciòn, de ordenamiento, selección, organización altamente especializada, trabajo de grupo; no hubiésemos llegado a los actuales momentos, y esto es comprobable, porque muchos de los animales, como por ejemplo los simios no han salido de su estadio de primigenio comportamiento el cual tiene sus orígenes hace miles de años.
La humanidad, gracias a discernir, a inferir, pudo modificar las condiciones adversas que le tocaron como ``hogar``. De hecho, anatómicamente, somos los únicos seres en poseer pulgar lo cual hace posible que tengamos una capacidad de ``agarre`` o de ``asir`` de una forma única, cuestión que ningún otro animal posee.
Es por todo lo anterior que nos inclinamos ante la teoría evolucionista y no ante la postura de que ``la evolución depende de las condiciones materiales de vida`` (Mujica, 2008). Porque el material de vida puede estar allí, pero si no se le da un uso determinado e ingenioso, de nada sirve. Lo que queremos demostrar es que, quien le da valor a ese ``material de vida`` es quien escoge hacerlo, no solamente porque se tropieza con él, si no porque lo descubre, observando, infiriendo, deslindando, adicionando, dividiendo, multiplicando. Tanto es así, que el hombre, ha sido tan influyente en la naturaleza que la ha precipitado hacia su caos y muerte. El calentamiento global, que si bien es cierto tiene su presencia desde el inicio de la vida terráquea, se ha empeorado por la acción directa y sostenida sin tregua de los países industrializados, entre ellos los Estados Unidos de América, país cuyo gobierno se opuso a firmar el ``Tratado de Kyoto``que regulaba la destrucción ambiental.
La cultura, por supuesto no está eximida de tal ingerencia, pues es reflejo absoluto del modo de ser y de pensar de un grupo humano. El signo de lo que somos, de nuestro pensamiento y de nuestro devenir se refleja en la cultura.
Por supuesto que tienen que existir esos materiales, esos elementos que posibiliten la vida, pero bien es conocido el caso de la adaptación humana a sitios inhóspitos como las altas temperaturas polares o como la adecuación del metabolismo de ciertos monjes tibetanos que pueden acampar sólo con su hábito sin guantes ni abrigos gruesos bajo gélidas temperaturas.
Los elementos culturales o la ``Cultura`` son una traducción de lo que somos, desde cómo caminamos hasta lo que decimos pasando por lo culinario, el vestido, como habitamos o como nos conducimos, y más aún, muchas de nuestras costumbres o gustos nos vienen vía genética. Vale la siguiente cita:
…``Nuestras sociedades, dentro de su heterogeneidad explicita, pueden en cambio manifestar una recia unidad en la diversidad a través de un fértil diálogo intersocietario entre identidades culturales vivamente sentidas, de raigambres centenarias y muchas veces milenarias, como es el caso de las etnias indígenas y de algunas comunidades afroamericanas``(Monsonyi.Año?).
Entonces definitivamente nos suscribimos a la teoría evolucionista como sustento de la evolución cultural, amén de evidenciar con esto nuestra creencia en el género humano como un abanico de infinitas posibilidades.




Referencias Bibliográficas


Ø Aretz, I. (1978). Manual de Folklore.
Caracas: Monte Àvila Editores./Colecciòn El Dorado.
Ø Mosonyi, E. (Año_). Identidad nacional y Culturas Populares.
Fascimil.
Ø Tovar, L. (Año 2008). Cultura Venezolana.
Caracas: Clases tomadas en Iudet. Profeser/Docencia