Gracias a la amabilidad del Director del Teatro de la Ópera de Maracay, Néstor Seijas, quien nos invitó a este evento, nos fue posible presenciar uno de los espectáculos más bellos vistos en nuestra ciudad. Se trata de ´´Entre Mundos´´ de Siudy Garrido, que estuvo en nuestra sala el domingo 7 de junio por gestión loable y hermosa de la Fundación San Antonio de Padua.
Sabemos que el flamenco tiene convocatoria, pero teníamos nuestras reservas en cuanto al dominio propio de este particular baile español. La referencia fuerte de bailarinas como Carmen Amaya, Sara Varas-a quien vimos en Mariana Pineda-, Aída Gómez, entre otras, sin dejar de pensar en los bailaores como Antonio Gades, Antonio Canales y Joaquín Cortez, entre otros, no tienen competencia ni parangón. Esta gente lo lleva en los genes y punto. Por años hemos sido seguidoras de este arte, seguidoras de las películas de Saura acerca del alma del baile flamenco y afortunadamente, fuimos sacadas de ese hipnotismo para entrar en el hechizo de Siudy Garrido y su puesta en escena ´´Entre Mundos´´.
Y es que desde el comienzo Garrido sabe adueñarse de la escena, de su concepción físico-espacial, de la dramaturgia total: esto es temas, colores, iluminación, vestuario, composición de personajes, gradación textual-aunque no se hable-y dominio de la imbricación de escenas, partes o números, etc. Con maestría concibe con Croce-guión y dirección artística- un tour de force, sobrio y al mismo tiempo contemporáneo, yéndose más allá del flamenco puro para indagar en la música urbana que no sólo coloca como música incidental sino que la vivifica en escena y hace que sus bailaoras dancen. Así que justamente este es el atractivo pero no el único, porque la gente fue a ver flamenco y vio flamenco. Es decir, que la Garrido, conjuga expresión de baile español con el toque urbano en una expresión amplia pero que no se desborda. Ella sabe exactamente hasta dónde templar la capacidad sonora de sus músicos y vocalistas-en el caso de Primate, agrupación de percusión teatral y D´ la Funky, agrupación de danzas urbanas,(por cierto, Luis Armando Castillo, el conocido bailarín tiene que ver con este Luis Armando Castillo de Primate?) amén de usar composiciones realizadas especialmente para su obra. Nos suena el nombre del músico Maracayero Ernesto Briceño, joven talentoso que ha estado realizando estudios fuera del país, quien en binomio con Diego Franco componen la música original del montaje. Y Garrido conoce mejor la capacidad de recibir del público y la trabaja, la extiende, la retoma, le da un respiro y la vuelve a tensar. Bien, hasta los bailarines urbanos se acoplan a las bailaoras en una fusión flamenco-urbana-venezolana que da gusto sensorial. Es delirante como espectadora ver tanto fino bordado en la hechura de un trabajo escénico exigente como éste y concebido por una joven que ha bailado en diversos escenarios extranjeros así como ha compartido tablas con gente de la talla de Antonio Canales. Estudió además ballet, la danza contemporánea y el jazz, en instituciones como ´´Broadway dance center´´ y el ´´Steps on Broadway´´ en Nueva York, como artista ha alternado con importantes figuras del arte y de la danza. En España con el bailarín Adrián Galia graba los primeros cinco tomos de la enciclopedia audiovisual del flamenco ´´Paso a paso los palos del flamenco´´. Ha alternado con figuras como Martirio, Alejando Sanz, Nina Pastori y con agrupaciones como Maná. Hija de Siudy Quintero, No es de extrañar que deje brotar todo ese bagaje que la habita, pero también ella como creadora, junto con Croce y su equipo, logran un sueño ante la vista y demás sentidos encantador. Cabe mencionar que el espectáculo esta concebido en dos actos, los cuales tienen una dramaturgia sencilla pero no por ello superficial. A la bailaora y Croce le interesan temas llamativos como las diferencias entre etnias, la conservación de costumbres ancestrales, la rupturas de estas convenciones, el amor, la cercanía humana, la privación de la libertad, el no ver lo puro de un alma especial, las diferencias de grupos, el milagro de la lluvia, la invasión de un espacio, y al final el encuentro entre diferentes, son algunos de los aspectos que sugiere ´´Entre Mundos´´.
Siudy Garrido, logra, ya refiriéndonos a sus bailarinas, un grupo bastante armónico, elegante y femenino, y aunque por momentos extrañábamos la fuerza en que se impone el zapateo, que fue entregado por dosis de la autora del montaje hacia el frente de la escena en esa cruz que apuntaba al público, este por fin llegó, y de manos de su protagonista. Entonces la Garrido, dio hacia el final del segundo acto, una buena dosis de su arte al taconear, en la que no dejó dudas, que tiene vena y dominio. Claro, un montaje flamenco no es sólo hacer sonar los talones, es todo un conjunto de creación expresiva, pero deja ver de por sí, eso que en el canto sería el oírle el fa sobre agudo a una soprano o un do llamado de pecho en el tenor. Y sí, no hay en las bailarinas de Garrido esa potencia flamenca propia de las bailoras españolas, pero sí hay la potencia de la mezcla latinoamericana mezclada con esa herencia que también nos marca; por lo que el resultado es un baile estilizado, y lleno de otros poderosos acentos, muy a la venezolana, así que tendríamos que decir, que Siudy Garrido logra una lectura del flamenco propia y que no tiene que envidiar nada de nada. No puede dejarse de mencionar como logra Garrido colocar en todo lo alto la mixtura de trabajar la coreografía inspirada en el flamenco con la danza urbana. Y ella, como solista, con qué manejo técnico y expresivo maneja su cuerpo, sus brazos , su cabeza, su fraseo todo, cómo maneja el vestido de larga cola así como cuando se enfunda en pantalones o pasa del flamenco a lo contemporáneo. Esta artista deja sal en el aire. Mención especial merece la producción de esta presentación, la cual no escatimó necesidades técnicas ni artísticas para traslucir lo que su creadora quiso plasmar en vivo. No en vano la Garrido también produce Entre mundos con Pablo Croce.
En el TOM, se sentía la magia y la complacencia del púbico al apoyar una causa social como la que hizo posible que presenciáramos este evento, -las amigas de la Fundación San Antonio de Padua,-y recalcamos que quedamos agradecidas por ver cómo la iniciativa de grupos independientes como el de Siudy Garrido logran una excelentísima factura artística que deja en alto el arte venezolano en todas sus expresiones.
Sabemos que el flamenco tiene convocatoria, pero teníamos nuestras reservas en cuanto al dominio propio de este particular baile español. La referencia fuerte de bailarinas como Carmen Amaya, Sara Varas-a quien vimos en Mariana Pineda-, Aída Gómez, entre otras, sin dejar de pensar en los bailaores como Antonio Gades, Antonio Canales y Joaquín Cortez, entre otros, no tienen competencia ni parangón. Esta gente lo lleva en los genes y punto. Por años hemos sido seguidoras de este arte, seguidoras de las películas de Saura acerca del alma del baile flamenco y afortunadamente, fuimos sacadas de ese hipnotismo para entrar en el hechizo de Siudy Garrido y su puesta en escena ´´Entre Mundos´´.
Y es que desde el comienzo Garrido sabe adueñarse de la escena, de su concepción físico-espacial, de la dramaturgia total: esto es temas, colores, iluminación, vestuario, composición de personajes, gradación textual-aunque no se hable-y dominio de la imbricación de escenas, partes o números, etc. Con maestría concibe con Croce-guión y dirección artística- un tour de force, sobrio y al mismo tiempo contemporáneo, yéndose más allá del flamenco puro para indagar en la música urbana que no sólo coloca como música incidental sino que la vivifica en escena y hace que sus bailaoras dancen. Así que justamente este es el atractivo pero no el único, porque la gente fue a ver flamenco y vio flamenco. Es decir, que la Garrido, conjuga expresión de baile español con el toque urbano en una expresión amplia pero que no se desborda. Ella sabe exactamente hasta dónde templar la capacidad sonora de sus músicos y vocalistas-en el caso de Primate, agrupación de percusión teatral y D´ la Funky, agrupación de danzas urbanas,(por cierto, Luis Armando Castillo, el conocido bailarín tiene que ver con este Luis Armando Castillo de Primate?) amén de usar composiciones realizadas especialmente para su obra. Nos suena el nombre del músico Maracayero Ernesto Briceño, joven talentoso que ha estado realizando estudios fuera del país, quien en binomio con Diego Franco componen la música original del montaje. Y Garrido conoce mejor la capacidad de recibir del público y la trabaja, la extiende, la retoma, le da un respiro y la vuelve a tensar. Bien, hasta los bailarines urbanos se acoplan a las bailaoras en una fusión flamenco-urbana-venezolana que da gusto sensorial. Es delirante como espectadora ver tanto fino bordado en la hechura de un trabajo escénico exigente como éste y concebido por una joven que ha bailado en diversos escenarios extranjeros así como ha compartido tablas con gente de la talla de Antonio Canales. Estudió además ballet, la danza contemporánea y el jazz, en instituciones como ´´Broadway dance center´´ y el ´´Steps on Broadway´´ en Nueva York, como artista ha alternado con importantes figuras del arte y de la danza. En España con el bailarín Adrián Galia graba los primeros cinco tomos de la enciclopedia audiovisual del flamenco ´´Paso a paso los palos del flamenco´´. Ha alternado con figuras como Martirio, Alejando Sanz, Nina Pastori y con agrupaciones como Maná. Hija de Siudy Quintero, No es de extrañar que deje brotar todo ese bagaje que la habita, pero también ella como creadora, junto con Croce y su equipo, logran un sueño ante la vista y demás sentidos encantador. Cabe mencionar que el espectáculo esta concebido en dos actos, los cuales tienen una dramaturgia sencilla pero no por ello superficial. A la bailaora y Croce le interesan temas llamativos como las diferencias entre etnias, la conservación de costumbres ancestrales, la rupturas de estas convenciones, el amor, la cercanía humana, la privación de la libertad, el no ver lo puro de un alma especial, las diferencias de grupos, el milagro de la lluvia, la invasión de un espacio, y al final el encuentro entre diferentes, son algunos de los aspectos que sugiere ´´Entre Mundos´´.
Siudy Garrido, logra, ya refiriéndonos a sus bailarinas, un grupo bastante armónico, elegante y femenino, y aunque por momentos extrañábamos la fuerza en que se impone el zapateo, que fue entregado por dosis de la autora del montaje hacia el frente de la escena en esa cruz que apuntaba al público, este por fin llegó, y de manos de su protagonista. Entonces la Garrido, dio hacia el final del segundo acto, una buena dosis de su arte al taconear, en la que no dejó dudas, que tiene vena y dominio. Claro, un montaje flamenco no es sólo hacer sonar los talones, es todo un conjunto de creación expresiva, pero deja ver de por sí, eso que en el canto sería el oírle el fa sobre agudo a una soprano o un do llamado de pecho en el tenor. Y sí, no hay en las bailarinas de Garrido esa potencia flamenca propia de las bailoras españolas, pero sí hay la potencia de la mezcla latinoamericana mezclada con esa herencia que también nos marca; por lo que el resultado es un baile estilizado, y lleno de otros poderosos acentos, muy a la venezolana, así que tendríamos que decir, que Siudy Garrido logra una lectura del flamenco propia y que no tiene que envidiar nada de nada. No puede dejarse de mencionar como logra Garrido colocar en todo lo alto la mixtura de trabajar la coreografía inspirada en el flamenco con la danza urbana. Y ella, como solista, con qué manejo técnico y expresivo maneja su cuerpo, sus brazos , su cabeza, su fraseo todo, cómo maneja el vestido de larga cola así como cuando se enfunda en pantalones o pasa del flamenco a lo contemporáneo. Esta artista deja sal en el aire. Mención especial merece la producción de esta presentación, la cual no escatimó necesidades técnicas ni artísticas para traslucir lo que su creadora quiso plasmar en vivo. No en vano la Garrido también produce Entre mundos con Pablo Croce.
En el TOM, se sentía la magia y la complacencia del púbico al apoyar una causa social como la que hizo posible que presenciáramos este evento, -las amigas de la Fundación San Antonio de Padua,-y recalcamos que quedamos agradecidas por ver cómo la iniciativa de grupos independientes como el de Siudy Garrido logran una excelentísima factura artística que deja en alto el arte venezolano en todas sus expresiones.